Talento humano como detonador de la innovación

Talento humano como detonador de la innovación

Estrategia de negocio

 

Cuando pensamos en organizaciones disruptivas como Tesla, Spotify, Oculus, ¿te has preguntado quien está empujando la innovación en esas empresas? ¿Cómo lo logran?

Parte de la repuesta es que indudablemente el talento humano detona el cambio, es el equipo humano quien logra empujar a nuevas fronteras el status quo. Disrupción se asocia con algo que súbitamente se interrumpe, pero en realidad me gusta más el enfoque de disrupción como el modelo de negocio que trata de innovar bien sea a través de un producto o un servicio. Si la disrupción la estamos orientando con la innovación tenemos que pensar en ésta como aquello que genera valor, mismo que puede ser ocasionado en cualquier cambio que provoque una mejora. La innovación no debe de tratarse como un buen tema de conversación o el título de un área que detone iniciativas y las coordine, sino como algo que forma parte del ADN de la compañía.

¿Cómo se enseña a innovar?

Bueno aquí es donde entra el ADN de una compañía y de manera paralela a los valores buscados, se desarrollan competencias donde la innovación y la disrupción son la amalgama perfecta que permite estar operando en esquemas híbridos de trabajo: remoto y presencial y con equipos multigeneracionales en distintas zonas geográficas. Este nuevo lenguaje de innovación y disrupción puede ser también parte de un ADN institucional en donde se permita desarrollar la adaptabilidad, la curiosidad el arriesgarse a explorar oportunidades que cualquier crisis presenta. Hoy en día poder desarrollar colaboradores con este ADN debe de ser materia de reflexión y de atención.

El mercado laboral está en constante cambio y en plena pandemia no es sorpresa que las empresas busquen adaptarse y por ende desarrollar las competencias en sus equipos o atraer talento con las competencias adecuadas que permitan impulsar el crecimiento de su sector. Es importante que las empresas fomenten la innovación, no desde la óptica de proyectos aislados, sino como un eje rector de desarrollo de los colaboradores y sus competencias, creando mentores para acompañar a los colaboradores a permear una cultura de innovación que trascienda las áreas y forme parte de una cultura de compartir experiencias, de amplia comunicación y un estímulo constante a desarrollar la creatividad. Resulta estimulante pensar que estamos siendo forzados por las condiciones actuales a un salto de disrupción significativo donde si somos capaces de detectar los nuevos paradigmas y tantear el horizonte por las mejoras que se asoman en cada crisis nos llevará a una nueva era de emprendimiento y aprendizaje que catapultará a los colaboradores a migrar a compañías que ofrezcan y desarrollen una cultura de innovación.

Una frase célebre de Victor Hugo bien dice que:

«Las que conducen y arrastran al mundo no son las máquinas, sino las ideas»

 

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