¿Cómo entender y lograr el emprendedurismo en nuestros días?

¿Cómo entender y lograr el emprendedurismo en nuestros días?

Iniciaremos entendiendo ¿Cuál es la diferencia entre los soñadores y los triunfadores? “El ser humano fue diseñado para triunfar, pero programado para fracasar”. Esta programación se debe a intereses de tipo transnacional y medio ambiental, influye el ejemplo y la socialización dentro del núcleo familiar primario, las relaciones sociales e interpersonales, figuras de autoridad en escuelas y universidades, así como el entorno laboral, la economía del país donde se crece, ideas religiosas y discriminación, entre otros muchos.

Hemos sido educados para no pensar y en consecuencia a actuar de una manera acorde a la cultura en la que hemos nacido, se nos dice qué es bueno y qué es malo, qué es permitido y qué es prohibido, qué podemos alcanzar y en qué tendremos limitaciones, hay eventos que pueden dejarnos marcas y temores, que luego tal vez nos impidan ver las oportunidades allí́ donde todo parece perdido.

Sabemos que debemos cambiar o realizar aquellos cambios, aunque por miedo, por costumbre, por estar en nuestra zona de confort o simplemente por la manía de dejar para mañana lo que podemos hacer hoy, nos vemos obligados a postergar y retrasar aquello que realmente queremos. (Vallejo, 2016)

Por otra parte, la educación como elemento complementario del aprendizaje, debe ayudar a que al individuo observe su conducta a través de mecanismos sociales y cognitivos, para el emprendimiento. La universidad será entonces el medio para articular el conocimiento científico, la docencia y la labor social, pues en esta acción se concretan los nuevos conocimientos. Es necesario establecer un vínculo muy claro entre los sistemas educativo y productivo del país, por lo que en especial la universidad, la cual, más allá́ de educar, investiga y genera conocimientos, que evidentemente, se requieren apropie todo un sistema productivo, genere oportunidades de innovación y finalmente de emprendimiento.

Es por ello que tendrá que considerarse el que las universidades deberán pensar en la diferencia entre auspiciar el emprendimiento por necesidad o por oportunidad, el primero enfocado a promover un entusiasmo empresarial como estrategia de autoempleo, pero sin una base de conocimiento que brinde garantías de apoyo en la competitividad de largo plazo, y el segundo que aprovecha la invención y genera la innovación como base de la competitividad.

Así́, el emprendimiento originado en la universidad debe entenderse mucho más allá́ de una cultura empresarial o de cursos de emprendimiento; en concreto, en la fuente de planes de negocios y nuevas empresas sostenibles. Esto es coherente con la noción de empresario emprendedor desde la universidad. Es así como el emprendimiento de la universidad adquiere sentido, en virtud de que el emprendimiento es la creación de nuevas organizaciones que aprovechan las oportunidades de la invención científica y técnica, organizan su trabajo para reducir los riesgos en la coordinación de recursos escasos y salen de la universidad en forma de un efecto indirecto o de prolongación para afrontar la incertidumbre en los mercados y ejecutar acciones productivas, que para nosotros, ofrecen posibilidades para crear valor social.  (Segura et al. 2019)

Clarificando las ideas, terminaremos diciendo que, desde el punto de vista psicológico, los emprendedores son personas impulsadas por ciertas fuerzas, como la necesidad de obtener o lograr algo, de experimentar, de realizar, o quizá́ de librarse de la autoridad de otros (Hisrich y Peters, 2002: 10).  Económicamente, un emprendedor es aquella persona que combina recursos, trabajo, materiales y otros activos de una manera que su valor es mayor que antes (Hisrich y Peters, 2002: 10).

Los emprendedores son entonces, los agentes de cambio en la economía; sirviendo a nuevos mercados o creando nuevas maneras de realizar las cosas hacen que la economía avance (Dess, 2001: 1). El carácter del emprendedor implica los factores internos del individuo (como personalidad, valores, los objetivos, etc.) y factores externos (la sociedad, el gobierno, la economía, etc.) estas mezclas ayudan a los emprendedores a visualizar oportunidades que a la larga se convertirán en proyectos que son susceptibles (tarde o temprano) de llevarse a cabo.

El espíritu emprendedor se entenderá entonces, como un proceso orientado a la creación; los emprendedores son capaces de visualizar algo que los demás no pueden ver, y realmente se comprometen consigo mismos para hacer realidad sus sueños, pero no olvide que también es importante considerar que el aspecto oportunidad es relevante para alcanzar las metas de su proyecto.

Emprender el vuelo significa «ser más poderoso, crecer, ponerse de pie, extender las alas y volar». ¡Es hora de emprender el vuelo! es un manifiesto de tu compromiso de no darte por vencido, de superar los obstáculos y continuar escalando incluso en los momentos de duda. Este es un acuerdo contigo mismo para hacer lo que sea necesario con tal de alcanzar tus sueños financieros. ¡Es hora de emprender el vuelo! trata de serte fiel a ti mismo y ayudarte a obtener lo que deseas. (Vallejo Chávez Luz Maribel; “Guía práctica de emprendimientos”; Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, Ecuador; 2016).

Confucio dijo: «Saber y no hacer es como no saber nada».

Referencias

Segura, B. U., Novoa, -M. H. A., Burbano, P. M. C. (2019). Hacia un modelo educativo para el emprendimiento. Revista EAN, núm. 87, 2019, Julio-Diciembre, pp. 173-191Universidad EAN.

Vallejo, Ch. L. M. (2016), Guía práctica de emprendimientos. Escuela Superior Politécnica de Chimborazo, Ecuador.Descarga el artículo